El Gobierno colombiano aseguró este jueves que no hay una “crisis migratoria” por cuenta de los africanos que están haciendo tránsito en el aeropuerto El Dorado de Bogotá, desde donde viajan a Centroamérica, principalmente a El Salvador, para seguir su camino a Estados Unidos.

Así lo manifestó el viceministro de Relaciones Exteriores de Colombia, Francisco Coy, quien dijo en una rueda de prensa que el Gobierno detectó “el movimiento hace poco más de mes y medio” y que estas personas, que llegan en su mayoría desde Estambul, “es gente que está transitando”.

El alto funcionario explicó que en Bogotá toman “los vuelos hacia sus destinos próximos, que son El Salvador” desde donde luego pasan a Nicaragua, país que les permite seguir “por vía terrestre hasta el norte”.

Coy explicó lo que está ocurriendo luego de que dos niños guineanos fueran abandonados en El Dorado a principios de semana tras haber llegado a Colombia en un vuelo procedente de Estambul.

Igualmente, medios locales advirtieron que decenas de africanos están varados en esa terminal aérea, lo que Coy dijo hoy que no es “una crisis migratoria”.

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Estatus de los viajeros

El viceministro explicó que a “las personas que pasan por Colombia no se les realiza un proceso migratorio, sino que son sometidos a procesos” de verificación, en los que se revisa que sus documentos estén en orden, y que realmente no se van a quedar en el país.

“Hay unos periodos de conexión muy largos que no necesariamente son responsabilidad de las personas que viajan sino de las aerolíneas que no están pidiendo la verificación de los requisitos del último destino”, añadió.

Esto en referencia a que para transitar por El Salvador, los viajeros de 57 países, en su mayoría africanos, deben pagar una tarifa de 1.130 dólares cuando hagan una conexión en la capital de la nación centroamericana.

En Bogotá, “los casos de personas que no salen (en conexión para otro país) porque cumplen los requisitos son más bien excepcionales”, pues a las personas que “logran hacerlo en este momento, Migración les da cierto margen de espera”, explicó el viceministro.

Después de un tiempo razonable de espera, “si no han logrado salir se les devuelve la aerolínea que los trajo a Colombia para que regresen al punto de origen”.

La cifra de personas que no cumplen los requisitos es menor al 10 % y el Gobierno, dijo Coy, trabaja de la mano de las aerolíneas – especialmente con Turkish Airlines que opera la ruta Estambul-Bogotá y Avianca, que vuela de la capital colombiana a San Salvador- para solucionar el problema.

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