Reducir la huella de carbono y contribuir a la consolidación de una economía ambientalmente sostenible parecen ser prioridades irrevocables de todas las empresas en el mundo. A este reto Colombia no es ajeno y las adecuaciones y el uso mismo de las tecnologías van por ese camino. 

Según el análisis anual de PwC sobre la descarbonización económica de 2000 a 2020, se alcanzó una reducción anual del 1,4 % a nivel mundial. No obstante, en 2021, tras la pandemia, la intensidad global de carbono disminuyó a un 0,5 %. Esto demuestra cómo el sector empresarial a través de prácticas amigables con el medio ambiente contribuye a un mundo más sano. 

En el caso colombiano, Cristian Bustos CEO de la scale up desarrolladora de software as a services que ayudan a las empresas en el país a ser más sostenibles menciona cómo estas compañías de tecnología climática aportan al sector empresarial.

“Estás desarrollan tecnologías que facilitan hacer seguimiento y gestionar correctamente el consumo de recursos, posibilitan la implementación de energías renovables para producir electricidad propia y contribuyen a la reducción de huellas de carbono con la inclusión, por ejemplo, de la inteligencia artificial, como es el caso de Beeok en que contamos con Artemisa una IA que le permite a las empresas en Colombia medir y administrar sus niveles de CO2 de una manera ágil, ordenada y asesorada permanentemente”, comentó Bustos. 

Además, agrega el experto, estás organizaciones tecnológicas fomentan la movilidad y construcción sostenible para reducir emisiones, puesto que también garantizan el cumplimiento normativo e incentivando prácticas amigables en todos los sectores empresariales como la gestión de la huella de carbono o de residuos.

En esta línea es importante destacar las grandes inversiones que se dan en esta área, dado que HSBC Holdings, multinacional británica de banca y servicios financieros, tiene la intención de destinar $1.000 millones de dólares en financiamiento para apoyar en este caso a startups de tecnología climática a nivel mundial, en un esfuerzo por ayudar a la reducción de emisiones de CO2. 

Dicho respaldo se destinaría a nuevas empresas comprometidas con prácticas agrícolas sostenibles, tecnologías de eliminación de carbono, a la recarga de vehículos eléctricos y almacenamiento de baterías. 

Por otro lado, el panorama empresarial del 2024 se perfila con un aumento en la  integración de tecnologías climáticas, generado por la alta conciencia ambiental. Se prevé un crecimiento significativo respaldado por inversiones sostenidas, resaltando la importancia de soluciones innovadoras para abordar los desafíos climáticos. La adopción de tecnologías emergentes como la inteligencia artificial (IA) y el Internet de las cosas (IoT) se divisa como una tendencia fundamental para mejorar la eficiencia. 

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