Al menos cuatro soldados muertos y siete militares más heridos dejó este viernes un combate del Ejército colombiano con la banda criminal Clan del Golfo en el noroeste del país, informaron fuentes oficiales.
El enfrentamiento tuvo lugar en Segovia, en el departamento de Antioquia, donde hay explotaciones de minería ilegal cuyo control se disputan el Clan del Golfo, la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y disidencias de la FARC.
“Condenamos el vil asesinato de nuestros soldados profesionales del Ejército en enfrentamientos contra el Clan del Golfo mientras desarrollaban operaciones militares para proteger a los habitantes del área rural de Segovia (Antioquia)”, señaló el Comando de las Fuerzas Militares en su cuenta de X.
Los militares fallecidos fueron los soldados profesionales Yeison Andrés Medina, Brayan Hoyos, Nilson Javier Guzmán y Anner Eduardo Lerma.
“Un oficial, dos suboficiales y cuatro soldados profesionales más, que resultaron heridos en esta acción, reciben atención médica a esta hora, luego de ser trasladados hacia Barrancabermeja”, ciudad en el centro del país, añadió la información.
El Comando de las Fuerzas Militares aseguró que mantendrá las operaciones en la zona donde murieron los soldados “para dar con los responsables del cobarde asesinato de nuestros hombres y proteger a la población civil”.
Precisamente en Segovia, y también en el municipio de Remedios, estuvo en una visita de trabajo este viernes la representante del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos en Colombia, Juliette De Rivero, para hacer seguimiento a “la situación de derechos humanos” en la zona, informó su oficina.
“Expresamos preocupación porque debido a enfrentamientos entre grupos armados no estatales al menos 754 familias de Segovia están afectadas, en las veredas de Rancho Quemado, El Aguacate y Las Manuelas, y en el resguardo indígena Tagual”, alertó la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
En este sentido, denunció que “los grupos armados no estatales estarían presionando, atacando y hostigando a la población civil del nordeste antioqueño provocando un deterioro de la vida digna en el territorio”.
Una de esas afectaciones sería la falta de acceso a combustible desde hace meses.
La Oficina de la ONU urgió a los grupos armados que operan en la zona a respetar los derechos humanos y el derecho internacional humanitario.