Esta semana, la procuradora de Colombia, Margarita Cabello, alertó que la Amazonía colombiana está pasando por una situación muy grave protagonizada por el acaparamiento de tierras, malas prácticas de ganadería, la construcción de vías ilegales y la minería ilegal.
Esta alerta se sumó a la compartida hace una semana por Muhamad, quien dijo que la deforestación en Colombia y la Amazonía se disparó en el primer trimestre de este año, con un aumento del 40 %, alcanzando un “pico histórico”.
El aumento de la deforestación se debe, por un lado, a la temporada seca agravada por el fenómeno de El Niño, pero también a la coacción de grupos armados en zonas rurales, por lo que tanto la ministra como la fiscal prometieron aunar esfuerzos para “proteger los derechos humanos de las comunidades y los líderes ambientales”.
A pesar del pico, este año se proyecta una reducción de la deforestación, con una nueva disminución de entre el 25 y el 35 % en comparación a las cifras de 2023, cuando las cifras ya fueron menores.