Cumbia y reguetón
A bordo, 88 tripulantes y 77 cadetes que llegaron encaramados sobre las seis velas de los dos mástiles de este velero bergantín, construido en la ciudad española de Bilbao en 1986, con vestimentas rojas, azules y amarillas, los colores de la bandera de Colombia.
La música también ocupó un papel protagonista en el atraque, con pasodobles y canciones como el himno al ARC Gloria, una loa al “mensajero que surcará el mundo entero con su graciosa arboladura desplegada en el azul”, como reza el cántico.
Pero en la cubierta también sonó la cumbia, el reguetón y otros estilos musicales propios del país latinoamericano que algunos de los asistentes no dudaron en bailar en un ambiente de alegría y celebración con aroma a café y otros productos originales de Colombia, que estarán a la venta a bordo del navío durante su estancia en el puerto italiano.
Tras haber surcado más de 7.000 millas náuticas (casi 13.000 kilómetros), los cadetes, de entre 18 y 21 años, ya han recibido nociones de navegación astronómica y han participado en labores de mantenimiento de un buque que desde que zarpara de Cartagena (Colombia) el 1 de marzo ha pasado por los puertos de Baltimore (EE.UU.) y Lisboa (Portugal).
“Es la primera vez que estoy en Italia. Estoy muy emocionado”, aseguró el guardiamarina (cadete de último año) Oscar Jesús Villalba Velázquez, que no dudó en expresar sus ganas de perderse por las calles de la Ciudad Eterna en alguna de sus franquicias (sus días libres).
Mares Embravecidos
Y es que estos aprendices de marinero también tienen tiempo de explorar los destinos que visitan para forjar un importante “intercambio cultural”, explicó a EFE el vicealmirante Harry Reyna Niño, que además es jefe de Estado Mayor de Apoyo a la Fuerza de la Armada de Colombia.
El objetivo de sus tutores es que estos marineros se forjen “en mares embravecidos”, donde aprenderán “lo duro que es la vida en el mar”, aseguró Reyna, algo que los cadetes ya vivieron en el Estrecho de Gibraltar, donde los neófitos tuvieron la oportunidad de experimentar la bravura de las aguas de uno de los puntos más importantes del mundo en cuanto a tráfico marítimo.
Para conseguirlo, la rutina de los cadetes comienza a las 7 de la mañana, cuando empiezan las clases teóricas que tienen lugar a bordo del barco, y a las que sigue un intenso entrenamiento tanto en las labores de mantenimiento del navío y navegación.
Coincidiendo con la celebración de los 200 años de existencia de la Marina de Colombia y de los 160 años de relaciones diplomáticas con Italia, esta visita hace además las veces de respuesta a la recibida por parte del buque escuela de la Armada italiana, el ‘Américo Vespucio’, a Cartagena de Indias en septiembre de 2023.
El próximo 2 de mayo, el ‘ARC Gloria’ volverá a zarpar en dirección a Marsella (Francia), para después navegar a Barcelona (España) lugar donde los cadetes que actualmente viajan a bordo se despedirán del velero para dejar paso a una nueva hornada de estudiantes que completarán una travesía que finalizará en el mes de agosto en el puerto de Cartagena de Indias.