Por el lado del presidente Gustavo Petro, éste manifestó que dos años después de haber asumido la Jefatura de Estado su propósito sigue siendo el de dignificar la vida de los colombianos más excluidos y que, a dos años de gobierno, ha logrado importantes hitos, tales como la reducción sustancial de la pobreza y la transición de economías fósiles hacia otras fuentes de ingreso, que incluyen el desarrollo del turismo nacional y la agricultura.
Agregó que, pese a las dificultades y retos, por lo que significa ser el primer gobierno progresista de la historia del País, los avances registrados dan cuenta del surgimiento de un país con más justicia social, económica y ambiental.
Por el lado del gobernador Andrés Julián Rendón y del alcalde Federico Gutiérrez, su apuesta en torno al apoyo a la oposición venezolana, en cabeza de María Corina Machado, ha dejado en la opinión pública y en los mentideros políticos y periodísticos el sabor “agridulce” de, por un lado, el aplauso por la solidaridad con los desarraigados venezolanos y con el supuesto triunfo electoral de Edmundo González, y por otro lado, la inquietud jurídica en torno a una posible extralimitación de funciones usurpando competencias del Gobierno nacional. Ello, de ser así, les acarrearía la posibilidad de enfrentar acciones disciplinarias, penales y fiscales.