Un secuestro que puso a hablar al país

Horas antes de la liberación de la uniformada y su familia hubo una serie de pronunciamientos que desencadenaron reacciones en la opinión pública. 

Uno de esos pronunciamientos fue el de Iván Velásquez, ministro de Defensa, quien se pronunció sobre lo ocurrido esta semana con Ghislaine Karina Ramírez, sargento de la Octava División del Ejército Nacional, secuestrada en Arauca por el ELN, junto a sus dos hijos de seis y ocho años.

El funcionario ha provocado una enorme polémica al poner sobre los hombros de la uniformada la responsabilidad del secuestro porque, según él, fue una ligereza decir transportarse por tierra en una región golpeada por la violencia. 

Ella sola, con sus hijos, en su vehículo, conduciendo, desplazándose, en una zona en la que, en todo caso, se sabe de la presencia del Ejército de Liberación Nacional, ese es un acto de imprudencia.

 

“Cuando tienen (los militares) estas licencias para visitar sus familias, por ejemplo, o que tienen días de permiso deben tener mucho cuidado y así ha sido instruido, además, de parte del comandante general de las Fuerzas Militares con el que he hablado sobre el particular de las instrucciones específicas”, dijo.

Sin embargo, la información preliminar indica que la sargento estaba cumpliendo con un compromiso relacionado con sus labores como militar.

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