Características técnicas de la moneda
La moneda, fabricada en una aleación de cobre, níquel y zinc, tiene un diámetro de 35 milímetros y un peso de 21.75 gramos. Su forma heptagonal (de siete lados) la hace aún más única, mientras que su canto liso es otra característica que distingue a esta pieza.
Aunque su valor nominal es de 20.000 pesos, la moneda está diseñada como una pieza de colección, lo que la hace aún más atractiva para los numismáticos.
Además, la moneda está disponible con una cápsula de acrílico que protege su integridad, y viene acompañada de un plegable informativo que detalla las características de la moneda. Los interesados también pueden optar por una presentación especial en estuche, que tiene un costo adicional de 37,000 pesos.
¿Dónde adquirirla?
La moneda ya está disponible desde el viernes 15 de noviembre de 2024 y se puede adquirir en varias sucursales del Banco de la República a nivel nacional.
Las principales opciones son las ventanillas de Tesorería en Bogotá, así como las agencias culturales del Banco en otras ciudades. Para adquirirla, es necesario solicitar cita a través del portal oficial del Banco de la República, donde se pueden obtener hasta tres monedas por usuario.
El carriel no es solo un accesorio funcional, sino que es un símbolo de la identidad cultural de Antioquia. Su confección artesanal, transmitida de generación en generación, ha sido clave en la vida de los arrieros que, en tiempos pasados, dependían de este bolso de cuero para transportar herramientas, provisiones y otros elementos esenciales durante sus largos viajes por las montañas de la región. Al rendir homenaje a esta tradición, el Banco de la República subraya la importancia de preservar los elementos que conforman el patrimonio cultural del país.
¿Cuál es la historia de las monedas conmemorativas?
Este no es el primer lanzamiento de una moneda conmemorativa por parte del Banco de la República. En el pasado, la entidad ha lanzado otras piezas destacadas, como la moneda de oro Poporo Quimbaya, que hizo referencia a la cultura precolombina Quimbaya. Estas monedas, además de su valor como medio de pago, se convierten en un objeto de colección que resalta los hitos culturales e históricos de Colombia.