Muchos de estos desplazamientos forzosos, según NRC, están provocados por la violencia, la tortura, los homicidios, el uso de minas antipersona, el reclutamiento forzado por parte de grupos armados o el requisamiento de tierras, entre otras razones.
Pese a estas amenazas, de los 34 millones de dólares (32,3 millones de euros) solicitados en 2024 para ayudar a las comunidades desplazadas en Colombia, solo se han recibido 1,2 millones (1,14 millones de euros), de acuerdo con cifras de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU.
Ante esta situación, el coordinador nacional de NRC instó al Gobierno colombiano y a la comunidad internacional a aumentar el apoyo para que los desplazados en el país puedan reconstruir sus vidas, ya que “es clave para lograr una paz sostenible”.
También pidió a todas las partes combatientes a dar prioridad a las negociaciones de paz como “la única forma de poner fin al conflicto” en el país.