En el caso específico del programa Mujeres TIC para el Cambio, más de 2.000 internas de El Buen Pastor ya se han registrado para participar en cursos que fomentan el liderazgo femenino y el emprendimiento. Andrea García, una de las participantes, compartió su experiencia: “Antes de estar aquí tenía un emprendimiento, y con estas herramientas puedo retomarlo. Estos cursos no solo son gratuitos, sino que nos dan certificaciones que nos abren puertas al salir. No renunciaré a mis sueños; esta oportunidad me impulsa a seguir adelante”.
Por su parte, SenaTIC busca llevar formación técnica avanzada a las cárceles del país. En El Buen Pastor, este programa impactará inicialmente a 200 mujeres, quienes recibirán formación intensiva en marketing digital y gestión de proyectos. Además, un grupo de internas será capacitado como formadoras para multiplicar el conocimiento entre sus compañeras.
Tecnología como puente hacia la resocialización
El proyecto liderado por el Ministerio TIC va más allá de la formación técnica, busca reconstruir la confianza y la autoestima de quienes participan, al demostrar que la tecnología puede ser un motor de cambio, incluso en los contextos más desafiantes. Esta visión está alineada con la Ley 2208 de 2022, que fomenta las segundas oportunidades como pilar fundamental del sistema penitenciario colombiano.
Durante el evento, el Ministro entregó 10 computadores que fortalecerán la sala de sistemas del centro penitenciario, facilitando el acceso de las internas a las plataformas de aprendizaje. Asimismo, destacó la importancia de articular esfuerzos con otras entidades, como el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC) y la Fundación Segundas Oportunidades, liderada por Johana Bahamón, quien subrayó: “Este tipo de iniciativas refuerzan el propósito de la resocialización, brindando herramientas concretas para que las personas privadas de la libertad puedan construir un mejor futuro”.
Aunque el piloto arrancó en Bogotá, la meta es ambiciosa: beneficiar a más de 100.000 personas en todo el país. Este proyecto se extenderá gradualmente a otros centros penitenciarios, llevando consigo un mensaje claro, la inclusión digital no solo transforma vidas, sino que también genera un impacto positivo en la sociedad al reducir la reincidencia y promover el desarrollo económico y social.
Con este tipo de iniciativas, el Ministerio TIC reafirma su compromiso de cerrar brechas digitales y sociales, demostrando que la tecnología puede y debe ser accesible para todos, especialmente para aquellos que más lo necesitan.
