En Bogotá, se lleva a cabo una importante reunión entre expertos en nutrición y seguridad alimentaria de América Latina y el Caribe, quienes analizan los desafíos que enfrentan los gobiernos, la sociedad civil y la cooperación internacional para cumplir con el ambicioso objetivo de poner fin al hambre en 2030. Este encuentro, organizado bajo el marco del Movimiento Scaling Up Nutrition (SUN), tiene como principal foco la grave situación alimentaria en la región y las soluciones urgentes que se deben implementar.
Uno de los datos más alarmantes revelados durante la jornada fue el informe de Alexandra Newlands, Jefa de la Red de Sociedad Civil de SUN, quien destacó que casi un millón de niños y niñas en Colombia corren el riesgo de sufrir desnutrición crónica. Esta cifra resalta una de las mayores preocupaciones de los expertos, quienes coinciden en que la región enfrenta una crisis de seguridad alimentaria que requiere una acción inmediata.
La discusión también tocó otros puntos críticos, como el alto costo de una dieta saludable en América Latina, la cual es la más cara del mundo, lo que limita el acceso a una alimentación adecuada para una gran parte de la población. Además, la región se encuentra entre las más vulnerables a fenómenos climáticos extremos, lo que agrava aún más las condiciones de inseguridad alimentaria, pues eventos como sequías e inundaciones afectan la producción y distribución de alimentos.
Uno de los aspectos más preocupantes de la situación es la falta de datos actualizados sobre el estado nutricional de la población en varios países de la región. Newlands destacó que, mientras países como Perú y Ecuador cuentan con información actualizada sobre nutrición cada año, Colombia, junto con Costa Rica, Panamá y Honduras, presenta datos que datan de antes de la pandemia, lo que dificulta la toma de decisiones informadas para enfrentar la crisis alimentaria. En particular, Colombia se encuentra con un rezago de más de diez años en cuanto a la recopilación de datos sobre el estado nutricional de su población.
“Colombia es el país que tiene el mayor rezago en información, ya que desde hace 10 años el país no cuenta con información actualizada sobre el estado nutricional de su población, mientras que países como Perú o Ecuador cuentan con esta información anualmente”, señaló Newlands, subrayando la importancia de contar con datos precisos para implementar políticas públicas efectivas en nutrición.
Los expertos han resaltado que, a este paso, el mundo no podrá cumplir con el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) relacionado con la nutrición para 2030 si no se pone fin al hambre de manera inmediata. Además, advirtieron que los avances logrados en la lucha contra el hambre en las últimas décadas se han visto revertidos, con un retroceso de hasta 15 años en los progresos que se habían alcanzado.
En un giro positivo, el Gobierno Nacional de Colombia ha confirmado su adhesión formal al Movimiento SUN, pasando a ser el país número 67 a nivel mundial y el octavo en América Latina en unirse a esta iniciativa global para erradicar la malnutrición. Este compromiso se considera un paso importante para la implementación de políticas que promuevan el acceso a una alimentación saludable y suficiente para toda la población.