Un anuncio que contrasta con los hechos recientes

La decisión llega luego de una semana marcada por bloqueos, explosiones, amenazas y ataques armados en distintas regiones del país. Entre el 14 y el 17 de diciembre, el ELN ejecutó acciones que paralizaron corredores viales, afectaron la movilidad y sembraron temor tanto en zonas urbanas como rurales.

Durante esos días, las autoridades atribuyeron al grupo cerca de 60 hechos violentos, muchos de ellos con uso de explosivos, cilindros bomba y ataques directos a instalaciones militares y policiales.

Uno de los focos más críticos fue Norte de Santander, donde se reportaron homicidios en Cúcuta y Villa del Rosario, además de la muerte de un conductor de ambulancia durante un ataque a la subestación de Policía en Puerto Santander. En esa zona también se registraron cierres viales, hallazgos de explosivos y restricciones al transporte entre Cúcuta, Pamplona, Ocaña y Aguachica.

En Chocó, la guerrilla forzó la suspensión total del transporte fluvial y terrestre, mientras que en Antioquia se confirmó la incineración de un bus en Valdivia y la detonación de un artefacto explosivo en Copacabana.

En Arauca, un ataque con tatucos bomba contra el batallón del Ejército en Puerto Jordán dejó daños materiales. Además, se detectaron banderas, grafitis y cilindros con insignias del ELN en carreteras de Arauca, Antioquia y Cauca, incluido un hallazgo en la vía Panamericana, que obligó a su cierre temporal.

Entre los fallecidos confirmados figuran dos policías, víctimas de explosiones en el sur de Cali, y un civil que murió en un ataque en Norte de Santander. Las autoridades investigan la muerte de dos jóvenes hallados en Cúcuta.

A estos hechos se suma el ataque al batallón de entrenamiento del Ejército en Aguachica, Cesar, que dejó siete soldados asesinados, uno de los episodios más graves de la reciente escalada armada.

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La postura del ELN y la respuesta oficial

En su pronunciamiento, el ELN defendió su accionar durante el paro armado, asegurando que no es política del grupo atacar a la población civil y atribuyendo las denuncias a una supuesta estrategia para “enlodar” su nombre.

Desde el Gobierno, el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, respondió con un mensaje contundente: “La amenaza tiene dos opciones: o se desmoviliza, regresa a casa y deja de ser una vergüenza o enfrenta toda la fuerza legítima del Estado”, dijo, refiriéndose tanto al ELN como a las disidencias de alias ‘Iván Mordisco’.

Pese al anuncio del cese al fuego, el ELN dejó claro que la tregua será temporal. Aunque aseguró que detendrá acciones subversivas durante lo que resta de 2025, advirtió que reanudará las ofensivas en 2026, en lo que calificó como una defensa de la soberanía nacional.

El país entra así a las festividades con una pausa armada que, aunque reduce momentáneamente la confrontación, mantiene abiertas las dudas sobre lo que vendrá tras el inicio del nuevo año.

 

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