Puntos delicados:
Tanto la cúpula del ELN como el presidente colombiano, Gustavo Petro, dieron a sus filas orden de parar las acciones ofensivas contra el otro bando desde el 6 de julio.
Sin embargo, el ELN lo hizo después de varios días en los que intensificó acciones de proselitismo en las zonas donde más poder tiene (Arauca y Catatumbo) y de secuestrar a varios miembros de las fuerzas de seguridad, incluidas una sargento y sus dos hijos, que liberó después de unos días.
Además en el Chocó, el ELN ha decretado este año varias veces un paro armado, confinando y desplazando a buena parte de la población. Los secuestros y acciones como esta última serán clave en la buena voluntad de la guerrilla.
Por su parte, el ELN critica que las fuerzas de seguridad se puedan alinear con otros grupos para quitarles control de sus territorios y también señalan al Gobierno de no colaborar con lo acordado en materia de trato a sus “prisioneros políticos” encarcelados.
El protocolo firmado en Cuba deja bien claro que “ningún incidente por sí mismo será causa de ruptura unilateral del acuerdo de cese al fuego”.
Solo la Mesa de Diálogos puede adoptar “decisiones de continuidad o suspensión” del cese al fuego, después de recibir los informes y recomendaciones del MMV.