La estadounidense Sha’Carri Richardson se confirmó como la nueva sensación de la velocidad femenina al proclamarse campeona de los 100 metros en el Mundial de atletismo de Budapest, parando el crono en 10 segundos y 65 centésimas.
Lideró así, con un tiempo que constituye además un récord de los Mundiales, un podio en el que le acompañaron este lunes dos jamaicanas, Shericka Jackson (10.72) y la veterana y cinco veces campeona del mundo Shelly Ann Fraser-Pryce (10.77).
Las tres medallistas llegaban a este Mundial con las claras favoritas y no decepcionaron en una final emocionante, en la que Jackson perdió su ventaja inicial y terminó cediendo ante la acelerada final de la corredora texana.
Richardson debutaba en Budapest-2023 en una gran competición internacional, después de no poder acudir a los Juegos Olímpicos de Tokio en 2021 por un control positivo al cannabis y de no conseguir clasificarse para el Mundial de Eugene del pasado año.
A sus 23 años se cuelga una medalla de oro en la prueba reina de la velocidad femenina que Estados Unidos no conseguía desde el triunfo en Londres-2017 de Tori Bowie, fallecida el pasado mayo a los 32 años.
Estados Unidos firma un doblete de títulos en los 100 metros, ya que el domingo se había coronado en la prueba masculina Noah Lyles (9.83).