Flores ratificó que lo que se busca es la “preservación” y “conservación” del tesoro que, según los indígenas Qhara Qhara, salió de su territorio en épocas de la colonia.

Si el reclamo es atendido, será como “hacer una justicia social para nuestros pueblos indígenas, especialmente la nación Qhara Qhara”, sostuvo.

El San José fue hundido por una flota de corsarios ingleses el 8 de junio de 1708 cuando se dirigía a Cartagena de Indias, en el norte de Colombia, cargado, según crónicas de la época, con cerca de once millones de monedas de ocho escudos en oro y plata que había recogido en la feria de Portobelo (Panamá).

El anuncio del hallazgo del pecio en diciembre de 2015 desencadenó una disputa entre Colombia y España, ya que la antigua metrópoli aduce que por tratarse de “un barco de Estado”, con la que entonces era su bandera, le amparan las normas de la Unesco para reclamar su titularidad.

Enterados del descubrimiento, los Qhara Qhara enviaron en 2016 a Colombia a Flores, quien se reunió con responsables del entonces Gobierno colombiano y la Dirección General Marítima y Portuaria del país.

En 2020, Colombia declaró al galeón San José como “un bien de interés cultural”, puso en marcha la exploración científica e indicó que el valor de la embarcación no se puede contabilizar en términos de dinero.

En febrero pasado, los indígenas bolivianos tuvieron un primer contacto con el Gobierno del presidente colombiano, Gustavo Petro, y allí se acordó su “inclusión” en la exploración, recordó Flores.

La nación Qhara Qhara cuenta con unos 28.000 habitantes en las regiones bolivianas de Potosí y Chuquisaca.

Los indígenas defienden que una parte del tesoro hundido salió hace más de tres siglos fruto de los minerales extraídos de las entrañas del emblemático Cerro Rico de Potosí, en Bolivia, que fue una de las principales fuentes de ingresos para España en tiempos de la colonia.

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