Estas explotaciones mineras del río Quito, en el departamento de Chocó pertenecían presuntamente al Clan del Golfo, y con su destrucción “se protege la capa vegetal, además del componente hídrico, fauna, flora y suelo”, los cuales se ven afectados por el uso de maquinaria y químicos para realizar la extracción ilícita de minerales”.
El Clan del Golfo es la principal banda criminal del país que entre otras actividades desempeña la minería ilegal, la extorsión, la trata de personas y el narcotráfico.