El representante a la Cámara, Cristian Avendaño, radicó una iniciativa que busca que el Estado adopte “medidas para contrarrestar el narcoturismo, el turismo sexual y la venta de artículos que exaltan y vanaglorian la imagen de narcotraficantes y criminales como modelos a seguir por las presentes y futuras generaciones”.
El Proyecto pretende agregar un artículo al Código de Seguridad y Convivencia Ciudadana para que sean sancionados quienes comercialicen, distribuyan, usen o porten símbolos o material audiovisual que exalte la imagen de personas condenadas. Se contemplan multas entre los $173.000 y los $693.000, además de la suspensión temporal de la actividad o la destrucción del bien.
El investigador y profesor universitario, Mauricio Montoya, considera que esta iniciativa es un desgaste que, además, puede atentar contra los derechos fundamentales a la libertad de expresión, al trabajo y al libre desarrollo de la personalidad. Cree que, más bien, debería obligarse al Estado a implementar cátedras que permitan la orientación pedagógica de las presentes generaciones de niños y jóvenes, a partir de esa realidad dolorosa, que tiene memoria y que permite tomar consciencia en torno a imágenes y símbolos que, efectivamente, representan el crimen, la maldad y el daño a la sociedad.
El profesor Montoya habla de la resignificación de esas imágenes que están incorporadas en el imaginario colectivo y que, no para todos, tienen una significación negativa.