La propuesta no tardó en generar un fuerte debate. Mientras algunos ciudadanos y sectores políticos expresaron su apoyo, considerando que el escudo debe reflejar los valores actuales y las realidades del país, muchos críticos argumentaron que el presidente debería centrarse en problemas más apremiantes que afectan a los colombianos.
La reacción en redes sociales ha sido contundente, con numerosos usuarios rechazando la propuesta como un “disparate” y cuestionando si este cambio es una prioridad e
En un contexto de desafíos económicos y sociales. Además, el escudo nacional, que ha permanecido sin modificaciones desde su aprobación en 1834, representa un símbolo de continuidad y estabilidad en la identidad nacional.
El escudo de armas de Colombia, que incluye un cóndor con las alas extendidas y una corona de laureles, ha sido un símbolo inalterado desde su establecimiento en la ley 3 de 1834 bajo el gobierno del general Francisco de Paula Santander. A pesar de su longevidad, algunos han sugerido que es necesario actualizar ciertos elementos, como la representación del canal de Panamá, que dejó de ser parte del territorio colombiano en 1903, y la imagen del cóndor, una especie en peligro de extinción.
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En su discurso, Petro también mencionó una posible actualización del lema en documentos oficiales, como se evidenció en noviembre de 2023, cuando se sustituyó “Libertad” y “Orden” por “Libertad, Igualdad y Solidaridad” en un documento del Ministerio de Salud.
A medida que la Corte Suprema evalúa la propuesta y el Congreso se prepara para discutir el proyecto de ley, el futuro del escudo nacional de Colombia sigue siendo un tema de intenso debate, reflejando las tensiones entre la tradición y la modernidad en la identidad del país.