Esto en un contexto en el que el país vive, desde principios del año, una sequía que ha provocado incendios forestales en diferentes regiones del país y una disminución en el nivel de los embalses.
La semana pasada, la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, explicó que el suministro de agua en el embalse de Chuza, uno de los que abastece a la capital colombiana, se está agotando -está entre el 38 y el 44 % según el Gobierno- y si se sigue con este ritmo de consumo, no tendrá suficiente para afrontar la temporada seca, que se espera empiece en diciembre.
“Si nosotros llegamos a diciembre con un embalse en un 22 % (en referencia al de Chuza), no hay suficiente capacidad para garantizar que las reservas sean suficientes para sobrepasar el periodo de temporada de seco (…) En los próximos meses lo que viene es un control de la demanda”, dijo Muhamad.