La economía colombiana mostró signos de desaceleración en agosto, con un crecimiento del 2.02 % anual, según el Indicador de Seguimiento a la Economía del Dane. Este aumento se produce tras un repunte notable en julio y se sitúa en un contexto donde, en lo que va del año, la economía ha crecido un 1.92 %, superando la expectativa oficial del Gobierno de un crecimiento del 1.8 % para 2024.
Las cifras revelan que las actividades económicas que más impulsaron este crecimiento fueron las primarias, destacando la agricultura y la minería, con un notable crecimiento del 8.5 % en el sector agropecuario. También las actividades terciarias, que incluyen servicios, transporte y comercio, jugaron un papel clave en este desempeño positivo. Sin embargo, el panorama no es completamente alentador, ya que las actividades secundarias, que abarcan la industria, experimentaron una caída del 1.39 %, coincidiendo con una disminución general en la producción industrial durante agosto.
El presidente Gustavo Petro celebró los resultados en su cuenta de X, enfatizando que “no paran las buenas noticias para el pueblo colombiano”. Destacó la importancia del crecimiento en el sector agrícola como un indicativo del rumbo hacia una nueva economía, centrada en la productividad del campo.
Ante estos retos y oportunidades, el Gobierno colombiano está implementando un plan de reactivación económica. Una de las primeras acciones fue el lanzamiento del ‘Pacto por el crédito’ en colaboración con grandes bancos, que busca facilitar el acceso al financiamiento. Hasta la fecha, de los 55 billones de pesos proyectados en créditos, se han desembolsado solo 3 billones, según datos de Asobancaria y el Dane.
De cara al futuro, se prevé el lanzamiento de dos nuevos pactos: el “Pacto por el microcrédito”, en asociación con Asomicrofinanzas, y el “Pacto por la democratización del crédito” con cooperativas de ahorro y crédito. Estas iniciativas buscan fortalecer el acceso a financiamiento para sectores que tradicionalmente han enfrentado barreras, en un esfuerzo por estimular el crecimiento económico y mitigar los efectos de la desaceleración.