Bastante llamativo resultó el episodio en el cual el personero de Medellín, Mefi Boset Rave Gómez, aparece en varias fotografías celebrando la compra de tres camionetas de alta gama, con beso incluido a una de ellas. Además del fetiche -según dice el vicepresidente de la Veeduría Nacional de Derechos Humanos, Derecho Internacional Humanitario y Paz, José Luis Jaramillo- el episodio resuena por la ausencia permanente del Personero en el cumplimiento de la misión que le tiene encomendada la Constitución Política de Colombia: promoción y defensa de los derechos humanos, vigilancia de la función administrativa y protección del interés público.
Jaramillo agrega que es lamentable y vergonzoso el fetichismo de Mefi Boset Rave con las tres camionetas que costaron 1.400 millones de pesos, mientras la Personería viene desconociendo las diferentes denuncias que se han venido haciendo sobre la violación permanente de derechos humanos. A ello se suma que la Alcaldía de Medellín tenga una deuda superior a los 14.000 millones de pesos en la construcción de la política pública de defensa de los derechos humanos del Distrito y que la Gobernación de Antioquia haya recortado el presupuesto para los derechos humanos.
Por su parte, el defensor de Derechos Humanos de la población carcelaria, Jorge Carmona, también se ha manifestado sobre el despropósito de la Personería que lidera Mefi Boset Rave al celebrar el gasto oneroso en lujos, mientras ha hecho oídos sordos a los recurrentes llamados que le han hecho defensores, familiares y personas recluidas en cárceles y estaciones de policía, donde son flagrantes las violaciones a los principios constitucionales y a los derechos fundamentales.
Finalmente, el escandaloso “fetichismo” de Mefi Boset Rave se exacerba aún más con el supuesto engaño de que fueron objeto Hernán Muriel, director del medio alternativo “Cofradía por el Cambio”, y otros tres compañeros suyos que fueron detenidos por la policía. Según informaron a la opinión, el Personero les prometió que serían llevados a salvó de amenazas y ataques de algunos marchantes contra el presidente Gustavo Petro, a sus respectivas residencias, pero terminaron detenidos.
José Luis Jaramillo y Jorge Carmona hacen un llamado a la Personería de Medellín para que entienda que por encima de los lujos están la vida y los derechos humanos, para lo cual no hay un grupo de reacción inmediata que salga a verificar las denuncias que hace la ciudadanía y, tampoco, un Personero que haya brillado por responder oportuna y eficientemente a los llamados de auxilio de la ciudadanía.