La nueva oleada de violencia se da en medio de las acusaciones de algunos sectores políticos en Colombia que acusan al Gobierno de Venezuela de dar amparo a los miembros del ELN en su lado de la frontera.
Al respecto, Murillo dijo que los Gobiernos de ambos países “están coordinados para garantizar la tranquilidad de lado y lado de la frontera”, y para ello Bogotá ha “manifestado al Estado venezolano que es definitivo que se eviten los pasos de los integrantes del ELN por la frontera”, porque es un hecho que “había una serie de pasos ilegales”, aunque todo ello sin que se llegue al extremo de cerrar los puentes.
“Necesitamos -insistió- un control de paso de integrantes de este grupo y que puedan hacerse las operaciones necesarias que permitan garantizar que no usan el territorio de ese país como plataforma para moverse y generar situaciones tan desafiantes como las que tenemos hoy”.
Colombia y Venezuela comparten una frontera de 2.219 kilómetros, de los cuales cerca 375 se encuentran en la región del Catatumbo.