El inicio de la emergencia: Un llamado de auxilio
La mañana del 31 de diciembre, mientras Erwin y su grupo estaban en la finca La Primavera, situada en el Parque Los Nevados, se escucharon por radio los primeros indicios de que algo no iba bien. “Escuché un llamado de emergencia de un guía que estaba bajando y reportaba que una persona se encontraba mal”, recuerda Ruiz.
La persona en cuestión era Kevin Bocanegra, quien aparentemente estaba sufriendo los efectos del mal de altura. A partir de ese momento, las acciones para coordinar la ayuda comenzaron, pero debido a las condiciones del terreno, por lo que inevitablemente la respuesta no fue inmediata.
La logística de la ayuda: Desafíos en el acceso
El principal desafío al que se enfrentaron tanto Erwin como los lugareños fue el difícil acceso a la zona. La finca La Primavera está ubicada en un área remota, a más de 4,000 metros sobre el nivel del mar, dentro de un parque natural de difícil acceso.
Los arrieros, que suelen ser quienes transportan el equipo o prestan otros servicios, no estaban disponibles en ese momento. “Empezaron a hacer las gestiones con la finca cercana, pero tuvieron que esperar para conseguir arrieros”, explicó Erwin. Finalmente, un portero (quienes acompañan a los arrieros) se subió en un caballo con la ayuda que se pudo gestionar.
Sin embargo, la situación se complicó cuando uno de los arrieros sufrió problemas con los medicamentos que se iban a aplicar a Bocanegra, debido a la altura y las condiciones precarias para manejar materiales médicos en ese entorno. A pesar de los esfuerzos, el tiempo siguió corriendo en contra, y la situación de Bocanegra empeoró rápidamente.
El resultado fatal: Un desenlace trágico
Después de varios intentos por asistir a Kevin Bocanegra, a las 3:00 p.m. aproximadamente, la situación ya parecía irreversible. “A las seis de la tarde, cuando escuché que le estaban haciendo maniobras de resucitación (RCP), ya era tarde”, comenta Erwin.
Aunque la ayuda llegó lo más rápido posible dadas las circunstancias, las horas de retraso en la atención, sumadas al agotamiento físico y la altitud, terminaron por cobrarle la vida al joven abogado.
El regreso del cuerpo y la controversia mediática
Una vez confirmada la muerte de Bocanegra, su cuerpo fue transportado hacia La Primavera, donde comenzó una nueva fase de tensión: la gestión de la comunicación con la familia.
La novia de Kevin, Jois Ramírez muy afectada por lo sucedido, acusó a los lugareños de no haber tratado el cuerpo con el respeto debido. “Las condiciones para el transporte del cadáver no eran fáciles”, aclara Erwin, quien estuvo presente durante el proceso. “El cuerpo fue envuelto en una sábana para protegerlo, pero es importante entender las limitaciones del terreno y los medios disponibles”, agregó el testigo.
La situación se complicó aún más debido al estado emocional de la novia de Kevin, quien se mostró eufórica, en shock y en negación de la situación, algo apenas inevitable y entendible por la tragedia que estaba enfrentando.
A pesar de la tensión, Erwin señaló que los lugareños trataron de mantener la calma y ofrecer la ayuda necesaria, incluso sin cobrar nada por los servicios prestados, pues en realidad, las familias de las fincas y los montañistas como Ruíz y su grupo que se encontraron con esta difícil situación hicieron todo lo que podían en las condiciones y el lugar en el que se encontraban.
Este testigo que hacía su ascenso al nevado enfatizó en la responsabilidad que recaía en el guía, que en este caso era el primo de la víctima, y que fue identificado como Óscar que se hizo pasar como un guía experimentado y al que Jois, su madre y Kevin Bocanegra pagaron una suma de 1.300.000 por el tour que terminó en una tragedia: “El principal problema en este caso fue la falta de responsabilidad por parte del guía de Kevin”, señaló Ruíz.
Según Erwin, si el guía hubiese reconocido los síntomas del mal de altura y actuado a tiempo, el desenlace podría haber sido diferente. “Es vital que los guías sean conscientes de los riesgos y tengan los medios adecuados para actuar de manera rápida y efectiva”, concluyó.
El mensaje a los montañistas: Preparación y conciencia
Finalmente, el testigo que ha sido clave en este caso hizo un llamado a la preparación y a la conciencia sobre los riesgos inherentes al montañismo. “Siempre es fundamental estar preparado, conocer los límites de cada persona y estar dispuesto a dar la vuelta si es necesario”, afirmó. Además, destaca que las zonas protegidas como el Nevado del Tolima requieren un respeto especial por las condiciones del terreno y la naturaleza, así como por los servicios que los lugareños ofrecen.
Asimismo, instó al parque a mantener los espacios abiertos y no cerrar, pero su a evaluar la situación y encontrar como puede informar y capacitar a los montañistas que estén planeando este ascenso para evitar más tragedias en el futuro
Cabe destacar que dentro de la ley colombiana existe una Resolución (474 de 2018), que regula las actividades deportivas en los Parques Nacionales Naturales pero que aún requiere de más atención y control para evitar que sucedan casos como el de Bocanegra.