Dos aviones de la Fuerza Aérea Colombiana trajeron a los colombianos que se encontraban en situación migratoria irregular en Estados Unidos. Un primer avión trajo 91 connacionales (46 hombres y 45 mujeres), provenientes de El Paso, Texas. El segundo -que despegó de San Diego, California, y aterrizó en Bogotá sobre las 9:10 de la mañana- transportó a un segundo grupo compuesto por 110 personas (62 hombres, 32 mujeres y 16 menores de edad).
La Cancillería informó que, en el caso del primer grupo, el Consulado de Colombia en Houston brindó asistencia representada en alimentos y apoyo jurídico a los ciudadanos colombianos.
La entidad también precisó que en el acompañamiento dado para los dos vuelos, se verificó que el procedimiento garantizara los derechos de los connacionales por parte de las autoridades migratorias locales.
Los ciudadanos viajaron bajo las condiciones exigidas por el presidente Gustavo Petro: sin estar atados de pies y manos y con un trato que respetara su dignidad.
“El migrante no es un delincuente, es una persona humana libre«, sostuvo el presidente Petro.
El canciller saliente, Luis Gilberto Murillo, dijo que han trabajado para proteger sus derechos, “con el apoyo de nuestros consulados y Migración Colombia, priorizando el bienestar de nuestra gente y fortaleciendo la relación bilateral».
“Todos llegaron en buen estado de salud. Ninguno tiene antecedentes pendientes con la justicia”, aseguró la directora general (E) de Migración Colombia, Martha Hernández.
El Jefe de Estado anunció que los colombianos deportados, que se fueron a buscar suerte en el país del norte, podrán beneficiarse en sus ciudades de origen de “un plan de crédito productivo, asociativo y barato para el migrante«, que estructurará el Gobierno nacional.
La recepción y bienvenida de estos ciudadanos en la capital colombiana estuvo a cargo de miembros de la Cancillería y del Gobierno nacional, la Fuerza Aeroespacial Colombiana, Migración Colombia, el ICBF, la Defensoría del Pueblo, la Alcaldía de Bogotá y la Cruz Roja Colombiana.