La violencia en Colombia dejó más de 200 líderes sociales asesinados durante 2024, según denunció este lunes Amnistía Internacional (AI) en su informe anual, que alerta sobre el persistente abandono estatal y la falta de garantías efectivas para la protección de defensores de derechos humanos.
“Los grupos armados ilegales siguen cometiendo homicidios selectivos, desplazamientos forzados y reclutamiento de menores”, señaló la organización, que advierte que muchas comunidades siguen expuestas a dinámicas de conflicto armado sin presencia adecuada del Estado.
La organización documentó la manera en que líderes indígenas, afrodescendientes, campesinos y ambientalistas continúan siendo blanco de amenazas y ataques por parte de disidencias de las FARC, la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y grupos criminales.
“Las zonas rurales siguen siendo las más afectadas por el control territorial de actores armados que operan con total impunidad”, explicó la ONG.
Las zonas rurales también han sido las principales afectadas por las desapariciones forzadas, como explica la organización: “Hacen desaparecer a personas para infundir terror y controlar a las comunidades”, señala el informe.
Durante 2024 se denunciaron más de 600 casos de desaparición, muchos de ellos en departamentos como Nariño, Cauca y Norte de Santander, donde las familias siguen esperando respuestas.
“La mayoría de estos crímenes quedan en la impunidad, sin investigaciones diligentes ni sanciones efectivas para los responsables”, advirtió Amnistía Internacional.
