Para superarlo, la empresa construyó una amplia red logística con varios centros de distribución y una de las redes de frío más grandes del país, lo que le ha permitido sostener su promesa de cercanía y abastecimiento constante.

Pandemia, inflación y resiliencia

No todo ha sido expansión sin obstáculos. La pandemia representó un reto global y para Ara no fue la excepción. “Sin lugar a duda la pandemia fue un año retador para todas las organizaciones y para la sociedad en general. El año fue bastante complicado, además porque había una disrupción en las cadenas de valor, no solamente locales sino internacionales”, recuerda Dueñas.

Otro momento clave fue 2023, un año marcado por una inflación que alcanzó picos del 20 % en alimentos. “Ese fue un gran año que representó un reto para el negocio, pero yo también mencionaría el año 2023. El año 2023, si recordamos, fue un año con una inflación altísima ahí en el sector de alimentos incluso llegando al 20%. Y en ese año nosotros entendimos de hecho que nuestra misión y nuestro propósito cumplía una labor especial”, relata.

En medio de ese panorama, Ara tomó una decisión estratégica: reducir precios para apoyar a las familias colombianas, asumiendo directamente el costo desde la compañía. “Ese año tomamos la decisión de reducir los precios, de invertir literalmente realmente desde la compañía Tiendas Ara, entendiendo que las familias colombianas necesitaban un apoyo”, cuenta. La medida generó un impacto positivo en el consumo y ayudó a mitigar parte de los efectos inflacionarios.

Motor de empleo y desarrollo

Más allá de cifras de ventas y tiendas, Ara ha tenido un impacto relevante en el mercado laboral. “Hoy somos más de 18.000 empleados directos”, afirma Dueñas.