En total, la iniciativa logró recaudar entre $16 y $17 millones de pesos en apenas ocho días, fondos que se destinaron a alimentación, tratamientos médicos y cirugías.
Para Ana Jiménez, Country Manager de GoTrendier, la campaña conectó dos ideas poderosas: la moda circular y las segundas oportunidades. “Lo más sostenible es lo que ya existe”, afirmó, destacando que una prenda puede cambiar de dueño, pero también salvar una vida.
Canela y las historias que no se ven
Uno de los casos más impactantes fue el de Canela, una perra víctima de maltrato severo, con una pata prácticamente desprendida. Gracias a la visibilidad de la campaña, un veterinario donó la cirugía completa, permitiendo su recuperación.
“Eso es lo que pasa cuando alguien deja de ignorar”, reflexiona Camilo. “Una persona actúa, y muchas más se suman”.
No todos pueden adoptar, pero todos pueden ayudar
El mensaje que Camilo repite es claro: ayudar no siempre implica adoptar. Se puede apadrinar desde $30.000 mensuales, compartir contenido, visitar refugios, alimentar perros en la calle o simplemente no mirar hacia otro lado.
“Un perro nunca te niega un saludo”, dice. “Siempre está dispuesto a darte amor. Eso me enseñaron mis animales: a ser más sensible”.
Una red que sigue creciendo
Arcacan, los rescatistas, los padrinos, las marcas y los creadores demostraron que el cambio no llega solo con grandes recursos, sino con voluntad colectiva. Cuando alguien decide involucrarse, el efecto se multiplica.
Porque a veces, salvar una vida empieza con algo tan simple como detenerse, mirar… y no seguir de largo.
