La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) acreditó por primera vez a un río, el Cauca, como víctima del conflicto armado en Colombia, por los miles de cadáveres que fueron lanzados a él y que aún no han podido ser recuperados.
El organismo creado por el acuerdo de paz con las FARC consideró este lunes que este río, que atraviesa de norte a sur por el occidente del país, fue afectado por estos hechos tanto sus aguas, como las especies que habitan en él y a la relación de decenas de comunidades étnicas con la naturaleza.
La decisión se tomó por la petición que presentaron los Consejos Comunitarios Afrocolombianos del norte del Cauca, que señalaron las afectaciones que ha sufrido el río por su utilización “como fosa común, el uso de mercurio para la minería ilegal y el vertimiento de químicos” por parte de grupos armados al margen de la ley, señaló la JEP en un comunicado.