España avanzó a semifinales del Mundial femenino con una dramática victoria sobre Países Bajos, y deberá enfrentar a Suecia, que puso fin a la marcha imbatible de Japón en el torneo.
El representativo ibérico logró la primera semifinal de un Mundial femenino en su historia tras vencer 2-1 a Países Bajos con un gol anotado en tiempo suplementario.
Salma Paralluelo anotó el gol del triunfo al minuto 111 en un contragolpe impulsado por Jennifer Hermoso, en momentos en que las neerlandesas tomaban el control del partido.
Previamente, Mariona Caldentey abrió el marcador en lanzamiento de penal al minuto 81, tras una mano en el borde del área de Stefanie van der Gragt, que se resarció del error al empatar en tiempo de descuento con un potente disparo al borde del área.
Fue un triunfo histórico para España, que nunca había ganado un partido eliminatorio en los mundiales previos, mientras que las neerlandesas, en tanto, se volvieron a quedar con la frustración de irse sin la corona mundialista después de perder la final de 2019 ante Estados Unidos.
El martes enfrentará en semifinales a Suecia, que en el segundo encuentro de la jornada venció a Japón por 2-1, con un tanto de Amanda Ilestedt (32) y un penal de Filippa Angeldahl (51) en Auckland.
El triunfo sueco frenó a una sorprendente selección japonesa que venía de ganar cuatro partidos al hilo con muchas anotaciones, incluida una goleada 4-0 ante España.
Las escandinavas se impusieron con anotaciones de la defensa Amada Ilestedt al minuto 32 y amplió Filippa Angeldal al 51 mediante cobro de penal.
Japón descontó al 87 con un remate de Honoka Hayashi, tras un mal despeje de la defensa sueca.
España deberá encarar a Suecia sin la lateral Oihane Hernández, sancionada tras acumular en el encuentro con las neerlandesas su segunda tarjeta amarilla del torneo.
La que sí estará es Paralluelo, convertida en salvadora de España con su anotación.
El duelo de España se disputó en el Estadio Regional de Wellington con más de 30.000 asistentes, incluido el presidente de FIFA, Gianni Infantino, acompañado del primer ministro neozelandés, Chris Hipkins.
El que le dio la clasificación a Suecia se jugó en Auckland ante más de 43.000 espectadores.
España desplegó su juego de control del balón, generando las mejores oportunidades de gol a lo largo del partido frente al juego de contención y contragolpes de Países Bajos.
Las hispanas intentaron abrir el marcador con disparos desde todas sus líneas, en especial de sus delanteras Redondo y la capitana Esther González, que de hecho mandó el balón al fondo de la red, pero el videoarbitraje anuló el tanto por fuera de juego.
Mientras, Países Bajos intentó generar peligro con corridas de su veloz atacante Lineth Beerensteyn.
En la segunda mitad, las neerlandesas apretaron la marca en la parte baja para impedir los numerosos disparos al arco del primer tiempo.
Además, comenzaron a encontrar espacios en la zaga hispana para realizar contraataques con la velocidad de Beerensteyn.
“Ha sido un partido más sufrido de lo que se ha visto, sobre todo en la primera parte. Es impresionante cómo se han crecido ante la adversidad con el gol de Salma”, expresó tras el partido un aliviado Jorge Vilda, técnico español.
Con el gol en contra, las ‘Oranje’ se volcaron al área española en busca del empate, que llegó en tiempo de descuento con el magistral disparo de Van der Gragt.
La estelar Alexia Putellas, de poca presencia en el Mundial por una lesión de rodilla, ingresó en el tiempo adicional en busca de retomar las funciones creativas, perdidas en gran parte con la sustitución de Aitana Bonmatí.
Pero fueron las Oranje las que estuvieron cerca de anotar en el segundo tiempo adicional cuando Beerensteyn remató desviado tras superar por velocidad a la defensa española.
El partido se terminó en el contragolpe que Paralluelo culminó con frialdad.
El técnico neerlandés Andries Jonker reconoció que perdió ante un “excelente equipo”, y admitió que había vislumbrado una final España-Países Bajos, pero que “caímos en la llave equivocada”.