El desenlace parecía ineludible. El Inter Miami de Lionel Messi logró este sábado su primer título frente al Nashville SC en la final de la Leagues Cup, un partido concluido 10-9 en una tanda de penales que pareció eterna.
El astro argentino, autor de un nuevo y espectacular gol, escribió así otra página de su gloriosa historia, llevando al Inter Miami, el peor clasificado de la MLS, hasta la victoria en la Leagues Cup, un torneo en el que compitieron 47 equipos de la liga norteamericana y de la mexicana.
Para Messi fue el trofeo número 44 de su legendaria carrera, que lo coloca en la cima de los futbolistas más laureados junto al brasileño Dani Alves, de acuerdo con datos de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y de la FIFA.
No fue fácil y hubo que esperar a que los dos porteros lanzaran sus penales para conocer el desenlace, tras un encuentro concluido 1-1 en el tiempo reglamentario en el Geodis Park de Nashville (Tennessee).
El guardameta del Inter, Drake Callender, anotó el suyo, justo antes de detener el lanzamiento de su rival del Nashville, Elliot Panicco.
Una doble jugada que convirtió a Callender en uno de los héroes del partido y desató la euforia de sus compañeros.
“El ambiente de esta noche fue electrizante”, declaró Callender.
La victoria es el colofón de la asombrosa trayectoria del Inter desde la llegada de Messi que, arropado por exsocios del Barcelona como Sergio Busquets o Jordi Alba, transformó en menos de un mes a la franquicia copropiedad de David Beckham, con solo tres años de vida en la MLS y ningún éxito remarcable.
A sus 36 años, y sin apenas entrenamientos en Miami, Messi se sumó al Inter para este torneo de mitad de temporada con gran éxito: acabó como máximo artillero de la competición con 10 goles en siete partidos y fue elegido mejor jugador.
Beckham y su esposa Victoria se fundieron en abrazos emocionados con Messi antes de recoger el primer trofeo de esta nueva Leagues Cup.
“Esto es como una película, ves jugar a estos jugadores y es emocionante. Todo en su juego es hermoso”, dijo Beckham tras el encuentro.
Busquets compartió también la alegría de levantar un trofeo tras un solo mes en Florida.
“El equipo está creciendo a pasos agigantados y estamos muy felices”, declaró el centrocampista español a Apple TV+.
Sufrir para ganar
Antes de la locura del final, el encuentro fue una oposición de estilos.
El Inter seguía en la tónica de los últimos encuentros, con posesiones largas para estirar la defensa contraria en busca de un hueco. El Nashville jugaba mucho más directo, con un bloque bajo y transiciones rápidas hacia el delantero alemán Hany Mukhtar, vigente MVP (jugador más valioso) de la MLS.
Messi apenas intervenía, aislado de sus compañeros por un buen marcaje. Pero con el argentino enfrente, uno nunca puede confiarse.
En el minuto 23, Robert Taylor recibió por la izquierda, disparó y el rechace de un contrario le llegó a Messi en la frontal del área. Un rumor recorrió las gradas del Geodis Park.
La “Pulga” aceleró, regateó fácilmente a un defensa rival y lanzó un disparo seco, potente, a la escuadra derecha de la portería del Nashville. Un gol imparable, uno más.
El zarpazo dejó a los jugadores del Nashville aturdidos hasta el descanso.
Su reacción llegó en el segundo tiempo, a balón parado. El extremo Fafá Picault remató un córner, y su disparo rebotó contra la pierna de Benjamín Cremaschi y la del portero Callender, que no pudo evitar el gol. Empate y vuelta a empezar.
El gol envalentonó al Nashville, que tuvo sus mejores minutos en el encuentro. Mukhtar hizo temblar a la defensa del Inter en un contragolpe que concluyó con un disparo en el lateral de la red.
Los compañeros de Messi perdieron el control del juego y comenzó un partido de ida y vuelta.
El capitán albiceleste estuvo a punto de hacer un doblete, pero su disparo se estrelló contra el poste.
En el minuto 90, un disparo de Mukhtar, otra vez él, se marchó alto.
Y todavía hubo tiempo para que Leonardo Campana fallara un gol cantado justo antes de los penales, estrellando la pelota en el palo con la portería vacía.
Luego llegaron los penales, los nervios y el estallido de alegría de los jugadores y la afición del Inter.
“Esperamos que esto sea el principio de una etapa donde tengamos mucha felicidad e ilusión de jugar cada partido”, destacó el entrenador de Inter, Gerardo Martino.
Martino y sus hombres tendrán poco tiempo para celebrar. El miércoles juega las semifinales de la US Open Cup (la copa estadounidense), y luego volverá a la MLS donde necesita una gran remontada para alcanzar los playoffs.
Con Messi en la cancha, ese objetivo, hasta hace poco inalcanzable, parece bastante más cercano.