La Tierra es el mayor de los cuatro planetas rocosos del sistema solar.
Se formó hace más de 4.550 millones de años y entre sus características con referencia al Sol se encuentran los movimientos de rotación, traslación, precesión, nutación, bamboleo de Chandler y la precesión del perihelio.
Y aunque la probabilidad de que esto ocurra es casi nula en los próximos millones de años, siempre queda el interrogante de ¿Qué sería lo que podría suceder?.
Se acabaría el día y la noche
En síntesis todas las masas de tierra serían expulsadas, sobre todo cualquier cosa que no esté pegada al lecho rocoso, saldría ‘volando’, como por ejemplo los edificios, los carros, los árboles y hasta las rocas.
Con ello los eventos catastróficos no se harían esperar.
Sería apocalíptico
Algo similar al choque de un accidente de tránsito es lo primero que se observaría, según National Geographic. Aunque hay que tener en cuenta que dicho accidente tendría una potencia de impacto cientos de veces mayor.
Cabe indicar además que los seres humanos no llegarían al espacio, sino que luego del fuerte choque todo se iría deteniendo y caería de nuevo a la superficie.
En este sentido, esto se daría porque los cuerpos se seguirían viendo afectados por la fuerza de gravedad.
Los científicos han señalado que la velocidad de escape para salir de la tierra equivale a unos 40.000 km/h, por ello la velocidad de 1.600 km/h con la que saldrían volado los humanos no sería suficiente para llegar hasta el espacio.
Es así como en caso de que la tierra se detuviera, el hecho sería además de catastrófico, totalmente apocalíptico.
Luz y sombra por medio año
Si la tierra llegase a detenerse, otra consecuencia sería el día y la noche, ya que habría medio año con luz diurna y medio año de luz nocturna.
“Aunque la noche es fría, sigue siendo cálida gracias a la capacidad del suelo para almacenar calor. Desde la puesta de sol va desprendiendo la poca energía almacenada durante el día, proporcionando un mínimo de calidez. Pero con una noche de seis meses, no habría una recarga diaria de energía solar y calor, por lo que, pasados unos días sin un mínimo de sol, las bajas temperaturas serían demasiado extremas como para sostener la vida” , señaló el portal de National Geographic.
También es necesario mencionar que si llegase a pasar, el planeta tampoco contaría con estaciones.
Además de convertirse en un lugar inhóspito, y seguir contando con el polo norte, donde la radiación del sol estaría en su ángulo más bajo, y un ecuador con una luz que incidirá más directamente, ya no existiría primavera, verano, otoño, ni mucho menos invierno.
Patrones alterados
Los patrones atmosféricos están ligados a la rotación del planeta. Si éste deja de girar, cambiarían las corrientes de aire.
Y aunque posiblemente sería el fin de los huracanes, este cambio podría dar como resultado la aparición de desiertos donde actualmente existen bosques.
De igual forma su campo magnético no se podría regenerar, por lo que desaparecerían las ‘luces del norte’ y los cinturones de radiación de Van Allen, al igual que la protección contra los rayos cósmicos y otras partículas de alta energía.
Sin campo magnético, la vida no podría resistir la radiación estelar.