La Casa Blanca no solo lidia con problemas políticos, sino también caninos: uno de los pastores alemanes de los Biden ha sido acusado de morder varias veces al personal. El presidente Joe Biden y su esposa, Jill, se mudaron a la Casa Blanca con dos perros, los pastores alemanes Champ y Major.
Tras la muerte de Champ, los Biden presentaron a su nueva mascota, Commander (Comandante, en español), otro perro de la misma raza.
Los archivos fueron obtenidos a través de solicitudes de la organización conservadora Judicial Watch. Según los documentos, Commander estuvo implicado en diez incidentes y, en uno de ellos, la víctima tuvo que ser atendida en el hospital.
En otro de los casos, Jill Biden “no pudo recuperar el control” del perro cuando embestía a un miembro del Servicio Secreto de la Casa Blanca, informaron los medios de comunicación estadounidenses.
“Creo que es solo cuestión de tiempo hasta que un agente u oficial sea atacado o mordido”, escribió un empleado de ese cuerpo de seguridad en un correo electrónico citado en los documentos.
La portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, se ha visto obligada a mencionar qué ha pasado con Commander durante una rueda de prensa este martes.
El director de comunicación de la primera dama ya declaró a la cadena CNN que la Casa Blanca era un “lugar único y a menudo estresante para las mascotas” y que los Biden intentaban establecer un nuevo protocolo. Mientras tanto, Commander tendrá que volver a ser adiestrado.
Otro pastor alemán de Biden, Major, también tuvo problemas para adaptarse a la vida en la Casa Blanca. En 2021, la familia presidencial lo envió temporalmente a su casa de Delaware para tomar clases de comportamiento después de morder a por lo menos un empleado.
Por recomendación de especialistas, la familia Biden se vio finalmente obligada a confiarlo a unos amigos que viven “en un entorno más tranquilo”.
Este no ha sido el único escándalo reciente en la Casa Blanca. El pasado miércoles 5 de julio, las autoridades estadounidenses confirmaron que la sustancia en polvo blanca encontrada es cocaína, según recalcó el Servicio Secreto, encargado de la seguridad de las autoridades del Estado.
Cabe recordar que, desde que se presentó el hallazgo del polvo en el ala oeste el domingo 2 de julio, momento en el que se hizo que se evacuara el lugar brevemente, las autoridades comenzaron a evaluar la sustancia encontrada.
Se anunció que, los bomberos de Washington analizaron el polvo y determinaron que era cocaína, y no una amenaza o ataque bacteriológico, como se pensó preliminarmente, pensando directamente en la salud del presidente de Estados Unidos.
Como era de esperarse, el anuncio provocó una oleada de especulaciones en los medios de comunicación estadounidenses sobre quién podría haber dejado la droga. Hasta el momento no se ha informado sobre sospechosos de este hecho.