En la mañana de este viernes, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, indicó que se cambiaría la fecha de la Navidad ortodoxa con el objetivo de “renunciar al legado ruso”.
Con este cambio, que se informó a los diferentes medios de comunicación internacionales y locales, la fecha de celebración de la Navidad pasaría del 7 de enero al 25 de diciembre. Cabe señalar que esta fue una iniciativa que se presentó a finales de junio para que exista un “poderoso renacimiento de la nación ucraniana”.
“El pueblo ucraniano ha estado sujeto durante mucho tiempo a la ideología rusa en casi todas las esferas de la vida, incluso con el calendario juliano y la celebración de la Navidad el 7 de enero (…). La lucha continua y es fructífera por su identidad, contribuye a la toma de conciencia y al deseo de cada ucraniado de vivir su propia vida, con sus propias tradiciones, sus propias fiestas”, indicó la nota explicativa del proyecto de ley que fue aprobado por los parlamentarios a mediados de julio.
Hay que mencionar que con esta modificación de la fecha de la celebración de la Navidad hace parte de las diferentes medidas que está tomando el país ucraniano, con el objetivo de distanciarse de Moscú.
Entre las primeras medidas que se dieron fue el cambio de algunas calles y pueblos, las cuales tenían relación con la era soviética. La ley aprobada incluye cambios en las fechas de celebración de importantes eventos en Ucrania. En primer lugar, se modifica la fecha del Día del Estado Ucraniano, que pasa del 28 de julio al 15 de julio. Además, la fecha del Día de los Defensores y Defensoras de Ucrania también se ajusta, pasando del 14 de octubre al 1 de octubre. Estos cambios en las fechas conmemorativas tienen como objetivo resaltar y honrar de manera más adecuada los acontecimientos históricos significativos para el país.
Brecha entre las iglesias de Ucrania y Rusia
La Iglesia ortodoxa ucraniana estuvo bajo la tutela religiosa de Rusia, pero en 2019 se declaró independiente del patriarcado de Moscú y obtuvo la condición de “autocéfala”.
Aunque la mayoría de las iglesias ortodoxas en todo el mundo, incluidas las de Rusia y Serbia, utilizan el calendario juliano para sus celebraciones religiosas, algunas todavía siguen el calendario gregoriano, concebido a finales del siglo XVI.
La reciente decisión de la Iglesia ortodoxa ucraniana de separarse de su contraparte rusa, después de más de 300 años de estar vinculada, refleja no solo el continuo conflicto militar entre los dos países en los últimos años, sino también el importante papel político que juega el cristianismo ortodoxo en la región.
Ucrania es una nación mayoritariamente ortodoxa, con casi ocho de cada diez adultos (78%) identificándose como ortodoxos, según una encuesta del Pew Research Center de 2015 que abarcó gran parte del país (algunas áreas en disputa en el este de Ucrania no fueron encuestadas), en comparación con el 71% en Rusia.