El presidente Gustavo Petro Urrego designó recientemente a Guiovanni Rubiano García como el nuevo Superintendente Nacional de Salud, un cargo clave en la regulación del sector sanitario del país.
Con esta designación, Rubiano García asume la responsabilidad de velar por la protección del derecho fundamental a la salud de todos los colombianos, asegurando el acceso y la calidad de los servicios en todo el territorio nacional.
Guiovanni Rubiano García es médico cirujano de formación, con una especialización en Salud Familiar y una sólida formación en administración y gerencia del sector salud. A lo largo de más de 20 años de carrera, ha acumulado una destacada experiencia en diversas áreas del sistema de salud, incluyendo la salud pública, la auditoría de servicios de salud y la gestión en políticas públicas relacionadas con la salud. Su perfil académico se complementa con una maestría en Administración de Servicios de Salud.
Uno de los logros más relevantes en su trayectoria fue su desempeño como director del Instituto Nacional de Salud (INS), cargo que ocupó desde noviembre de 2022 hasta el momento de su designación como Superintendente Nacional de Salud. Durante su tiempo en el INS, Rubiano García se destacó por implementar iniciativas clave para la mejora del sistema sanitario en Colombia, particularmente en lo que respecta a la vigilancia en salud pública y la descentralización de servicios.
Innovaciones y logros en el INS
En el Instituto Nacional de Salud, Rubiano García impulsó varias estrategias innovadoras para fortalecer el sistema de salud colombiano. Uno de sus logros más destacados fue el fortalecimiento de la desconcentración territorial de la entidad, lo que permitió una mayor cobertura y eficiencia en la atención de salud a nivel local. Bajo su liderazgo, el INS consolidó una red de más de 1.000 vigías comunitarios que colaboran activamente en el Sistema Nacional de Vigilancia en Salud Pública (SIVIGILA), lo que mejoró la capacidad de respuesta ante posibles brotes y emergencias sanitarias.
Asimismo, Rubiano jugó un papel crucial en el establecimiento de una alianza público-privada con la empresa Vaxthera, con el objetivo de devolver al país las capacidades para la producción nacional de vacunas, un paso fundamental para garantizar la autonomía en salud pública frente a futuras crisis sanitarias.
Además, durante su gestión en el INS, Rubiano García promovió el proyecto Genoma INSignia Colombia, un ambicioso esfuerzo para recolectar la información genómica de 10.000 colombianos, con el fin de crear una base de datos de referencia que contribuirá a mejorar el diagnóstico y tratamiento de diversas enfermedades en el país. También fortaleció la educación en salud, logrando que el INS cotitulara programas de educación superior con universidades de alta calidad.
El desafío en la Superintendencia Nacional de Salud
Con su nombramiento como Superintendente Nacional de Salud, Rubiano García ahora se enfrenta al desafío de garantizar que los derechos a la salud de todos los colombianos sean protegidos y respetados. Una de sus principales prioridades será la mejora de la vigilancia, inspección y control de las Empresas Administradoras de Planes de Beneficios (EAPB), con el fin de asegurar que cumplan con su rol de ofrecer acceso oportuno y de calidad a los servicios de salud, especialmente para las poblaciones más vulnerables.
Entre los principales objetivos de Rubiano García en su nueva función se encuentra la eliminación de barreras de acceso a la salud, como las barreras administrativas, financieras y geográficas. En particular, hará énfasis en las poblaciones rurales y urbanas en condiciones de vulnerabilidad económica, social y cultural, con un enfoque claro en la Atención Primaria en Salud (APS).
El Superintendente Rubiano también ha destacado la importancia de transparencia y lucha contra la corrupción en el sector salud. En sus primeras declaraciones, señaló que cualquier denuncia de corrupción será investigada a fondo, y anunció que continuará con los procesos de investigación que involucran a varias EPS intervenidas durante gobiernos pasados. Esta postura reafirma el compromiso de la Superintendencia con la defensa de los derechos de los ciudadanos y con la rendición de cuentas dentro del sistema sanitario.